miércoles, 9 de marzo de 2011

"El porqué... de la Princesa de Cléves"





En siglos pasados era costumbre habitual entre la nobleza abrir sus posesiones a la intelectualidad de la época. Es lo que se conocía como salones literarios. Un aristócrata convocaba en su palacio a otros personajes de su clase y a aquéllos que brillaban en el mundo de las letras. Allí se recitaba poesía, se representaban obras teatrales y se realizaban lecturas dramatizadas, además de hablar de literatura.
Generalmente, esta actividad se reservaba a las mujeres. Los maridos estaban muy atareados con sus conquistas extramatrimoniales y quienes organizaban los salones eran sus esposas. Algunas de ellas adquirían así una importante cultura literaria y se atrevían a escribir sus propias obras. Como el caso de Madame de Stäel a principios del siglo XIX o uno anterior es el de Marie-Madeleine Pioche de la Vergne, más conocida, por el apellido de su esposo, como Madame de La Fayette (París 1634-1693). Quien proviene de una familia de la pequeña nobleza, protegida por el Cardenal Richelieu. Madame de la Fayette entró muy joven como dama de compañía de la Reina Ana de Austria y, al contraer matrimonio con el conde de La Fayette, adquirió una importante posición social, una joven casada con el señor de Clèves, a quién respeta pero no ama, y descubre la pasión por otro hombre confesándole esto a su esposo.
Las consecuencias en aquella sociedad que toleraba todo tipo de adulterios y aventuras siempre que fuesen acompañados de la discreción pero no los mostrados abiertamente, (como se muestra al inicio del libro). Hace que para estas mujeres en la época sea más fuerte la creencia de "la razón por encima de la pasión"

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